Patagonia y Tierra del Fuego es parte de una región de naturaleza desértica y de habitantes particulares: dos características que reducen el riesgo de tráfico en el camino, pero es importante considerar algunos elementos que pueden constituir un obstáculo para superar.
¿Pero cuáles son los principales obstáculos que los viajeros deben enfrentar?
En primer lugar está el viento. Llevamos a nuestros clientes a Patagonia desde hace muchos años y podemos afirmar que es el viento el elemento que más impresiona: su fuerza no se compara a aquella de ninguna otra región, con la única excepción de Islandia, que presenta vientos aún más intensos.
El viento patagónico llega a los 130 km/hr, sin embargo, lo que hace difícil viajar en moto no es la impetuosidad, sino que la irregularidad. La intensidad del viento no sigue u ritmo constante, y puede suceder que en medio de la calma total, se verifiquen ráfagas imprevistas y violentas. Nosotros tratamos de mantener u ritmo de marcha que nos consienta de afrontar incluso estas ráfagas inesperadas, sobre todo durante las etapas de caminos de tierra. Es necesario concentrarse porque el viento hace el recorrido muy difícil.
Otra adversidad que podemos encontrar en Patagonia se refiere a la precencia de guanacos, animales que se mueven en grupos y se detienen a lo largo del camino. os encargamos de señalizar su presencia al grupo activando las luces de peligro, pero no es siempre suficiente debido a que estos animales en el momento en el que sienten el sonido de las motos, escapan si dirección fija y sus cachorros los siguen sorprendiendo a nuestros motociclistas, que no esperan que se cruce delante de ellos un guanaco grande como un ciervo. Estamos conscientes de la precencia de estos animales y por este mismo motivo somos responsables de disminuir los riesgos adoptando medidas de seguridad, como bajar la velocidad apenas vemos de lejos un grupo de guanacos y advertimos a nuestros clientes. Sin embargo, es oportuno que quien viaja con nosotros sepa de este tipo de obstáculos.
Otro problema común se refiere al mal estado de los caminos y la presencia de hoyos que ponen a dura prueba los neumáticos. Es necesario prestar mucha atención porque quien perfora una rueda ofrece un trago al resto del grupo durante la cena! El ripio, que inspira una conducción libre y deportiva, puede hacer que nuestros viajeros no perciban la presencia de piedras capaces de perforar las ruedas.
Por último, cabe señalar un inconveniente no de carácter natural o técnico, sino más bien burocrático: los tiempos de espera en aduanas, que obligan a largas pausas: invitamos a nuestros viajeros a no perder la paciencia y a aprovechar de estos momentos para relajarse y gustar del café que siempre traemos en nuestro vehículo de soporte.