Memorias de viaje: Machu Picchu y Salar de Uyuni de Pascua 2017

Una vez terminada la temporada en Patagonia y Tierra del Fuego, Ride True ADV reabre la temporada del altiplano peruano y boliviano recibiendo a un grupo de 6 apasionados con los cuales conquistarán las cumbres más altas de los Andes, el desierto de Atacama, el valle Sagrado de los Incas, el lago Titicaca y el salar de Uyuni. Forman el grupo: Doug, Bruce y Craig de los Estados Unidos de América, Alberto, Riccardo y Davide de Italia, todos ellos a bordo de tres F700GS, una R1200GS LC, una F800GS y una R1200 LC Adventure respectivamente. Quién los guía a través de esta mágica experiencia que se eleva de 0 a 4.900 msnm es Gionata con una R1200GS LC junto a Milena a bordo del vehículo de soporte.

Seguros de tener reservado para nuestro grupo una gran cantidad de sorpresas, panoramas excepcionales y rutas que se encuentran entre las más bellas del mundo para recorrer en moto, inauguramos esta aventura con un pisco sour como aperitivo de bienvenida y una cena a orillas del océano Pacífico, donde se localiza el hotel de Arica. Entre los presentes, se encuentra Alberto con quien ya hemos compartido uno de nuestros viajes más bellos: la Patagonia y Tierra del Fuego durante 16 días para Año Nuevo. Los km de ripio de la Ruta 40 y el fuerte viento de la estepa argentina lo motivaron para regresar a Sudamérica y continuar esta maravillosa experiencia esta vez recorriendo las dunas y el ripio del camino de la muerte.

Después de partir acompañados por la brisa del océano llegamos a la frontera con Perú donde nos sometimos a los controles aduaneros habituales. En un par de horas nuestro viaje continúa a través de la primera ciudad peruana de Tacna que nos conduce en poquísimo tiempo al desierto de Atacama del Perú meridional. La temperatura llega rápidamente a los 32°C y luego de una parada para cargar gasolina en Moquegua, un café frente a las dunas y un almuerzo servido en un punto panorámico de la carretera, seguimos hacia Arequipa a través del asfalto tallado en el desierto y las curvas de la cordillera rocosa que nos separa de Arequipa. Para la ocasión Ride True ADV reservó el mejor hotel de la ciudad localizado en la Plaza de Armas a los pies de la catedral de Arequipa que emerge imponente sobre los tejados. Desde esta posición privilegiada, el grupo se dedica a recorrer el centro de la ciudad degustando una cena a base de quinoa y los mejores vinos locales en uno de los restaurantes más exclusivos.

El día siguiente partimos a buen horario a través de las curvas andinas que suben a más de 3.500 msnm admirando los prados del altiplano, las vicuñas entre pastizales y la inmensidad que nos rodea. Pero, un imprevisto frena nuestra marcha: una de las F700GS pierde el control en curva y termina por caer a tierra. Como consecuencia de los daños reportados al radiador, cargamos la moto en el pick-up mientras el piloto, que presenta algunos hematomas en la mano y una contusión en el pecho, debe continuar el viaje en el vehículo de soporte. El grupo continúa hacia Chivay a la espera de visitar el hermoso cañón de Colca, pero para alcanzarlo deben llegar hasta los 4.900 msnm a través de Paso de Patapampa, caracterizado por las cimas nevadas y temperaturas que alcanzan los 5°C. Sin embargo, el túnel y el panorama que descubren desde el Cañón animan el entusiasmo del grupo que llega al hotel a la puesta del sol, ahí los espera un té de hojas de coca, una ducha caliente y una cena.

Los deslizamientos de tierra en la carretera directa a Sicuani y los trabajos para restablecer el tránsito sin terminar hacen que sea necesario llegar a destino a través de una ruta alternativa que, además de ser muy bella está perfectamente asfaltada. La etapa se alarga 200 km, pero esto no desalienta al grupo que partiendo a buen horario recorre kms en velocidad disfrutando del panorama y de las curvas de esta zona del altiplano boliviano. Después de una pausa para el café en la plaza de un pueblo quechua, los motoviajeros atraviesan Juliaca (desafiando el tráfico caótico de esta singular ciudad) y proceden a buen ritmo rumbo a Urubamba, ciudad que toma el nombre del río que baña el valle. La jornada ha sido muy larga y el grupo estaciona las motos en el patio de uno de los hoteles más exclusivos del Valle del Inca, preparándose para la cena. El día siguiente, para recuperar las fuerzas y descubrir la historia de esta región, al grupo será llevado al tren que los conducirá hasta las ruinas de Machu Picchu. A bordo del vagón los espera un desayuno completo y espectáculos con danzas folclóricas.

Desde una altura de 2.430 msnm, Machu Picchu es el tercer sitio arqueológico más grande del mundo y una de las siete maravillas, también es considerado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. La historia que guardan las ruinas hace de esta jornada una experiencia inolvidable. El guía privado que Ride True ADV ha puesto a disposición de los seis motociclistas los acompaña por horas entre las imponentes ruinas, destacando la relevancia histórica de una de las dinastías más importantes del continente: la de los Incas. Después de un almuerzo buffet organizado en el pueblo Aguas Calientes, el grupo recorre los mercados artesanales para regresar al hotel durante el atardecer.

Durante el día siguiente, el grupo llega a Puno para pasar una noche a orillas del lago Titicaca disfrutando de una vista privilegiada frente a este enorme espejo de agua y degustando una cena a base de Cuyi. Las motos y el vehículo de soporte parten nuevamente, bordean el lago Titicaca durante una jornada de sol e inmersos en la espléndida vista de la península de Copacabana. Los kilómetros recorridos son perfectos y hacen que el entorno parezca una postal. Después de una larga pausa en la frontera hacemos nuestro ingreso a Bolivia y la adrenalina crece cuando los participantes conducen sus motos hacia las enormes balsas de madera sobre las cuales cruzamos el lago Titicaca.

El sol nos acompaña hasta la caótica ciudad El Alto y sus innumerables desviaciones de tránsito. El grupo llega al centro urbano de La Paz, donde los navegadores satelitales tienen dificultad para orientarse debido al enigmático cruce de calles secundarias. Una vez que el grupo llega a la carretera principal directa a Yungas, llenan los estanques y se adentran a través de las altísimas paredes rocosas entre las que se encuentra la ruta que los lleva a la jungla boliviana. Desafiando la oscuridad de la noche, la niebla, la lluvia y una serie de curvas interminables, los participantes hacen su llegada a Coroico, pero el vehículo de soporte, atrapado en el tráfico de la Paz y debido a los severos controles agroalimentarios nos alcanza unas horas más tardes. El grupo llega muy cansado, esta etapa ha sido muy aventurera y de seguro no la olvidarán!

A pocos kilómetros inicia el Camino de la Muerte, sendero de ripio famoso por los 40 km abiertos al tránsito y capaces de dar fuertes emociones a quien los recorre en moto. Después de dos horas de adrenalina pura, cascadas, pozas, fotos, videos y pausas en puntos panorámicos de esta icónica ruta en medio de la jungla andina, las motos se reúnen con el vehículo de soporte (que los espera sobre el asfalto) para volver a La Paz. Alojados en un antiguo hotel boutique del centro, los participantes se conceden un merecido descanso paseando por el centro de esta caótica ciudad, considerada la metrópolis más alta del mundo y una de las siete ciudades maravilla del planeta.

Los más de 500 km que nos separan de Potosí fluyen fácilmente a través de la carretera, pero una vez llegados Oruro el grupo frena su ritmo debido a una serie de manifestaciones y protestas pacíficas que el cuerpo nacional de docentes realiza a lo largo de la ruta principal, lo que hace imposible el tránsito debido a los cortes de calles con piedras y barreras. Los camioneros en desacuerdo con esta protesta, se abren paso a través de los bloques permitiendo también el paso de las motos y el vehículo de soporte; así recuperamos en pocos kilómetros el tiempo perdido. Nuestra llegada a Potosí se anticipa gracias a los 100 km de la más bella etapa asfaltada recorrida hasta el momento, cómplices las hermosas curvas de la Cordillera de Frailes, caracterizada por su color anaranjado. Para terminar estos últimos km de emoción, el grupo es acompañado al corazón del valle donde alojan en una auténtica hacienda del 1.557, que custodia en su interno instrumentos de la caballería de la época, cerámicas precolombinas y una colección de libros única en el mundo. Para la ocasión Ride True ADV ha organizado una cena ambientada con mesas y sillas del siglo XVI.

Durante el segundo día de descanso el grupo visita el museo de la hacienda y descubre la realidad laboral del valle, de la cual es parte una central hidroeléctrica y una granja que produce leche fresca. Durante la tarde los motociclistas tendrán la oportunidad de adentrarse en la famosa mina de plata de Potosí. Vestidos con la indumentaria de seguridad, casco y linterna, el grupo vive en primera persona la dura realidad de la vida del minero. Después del rito de agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) donde se ofrecen hojas de coca, tabaco y alcohol, los mineros cuentan sus historias y muestran sus rutinas de trabajo al interno de la mina desde donde obtienen su fuente de vida.

Luego de dos días espléndidos en Potosí el grupo se encuentra listo para llegar al tan esperado salar de Uyuni, destino que dista a 220 maravillosos km del cañón, curvas perfectamente asfaltadas y la total ausencia de otros vehículos en tránsito. Emocionados por la serie de curvas rápidas, los viajeros llegan al salar más grande del mundo celebrando esta etapa con una foto frente al tótem de sal dedicado al Dakar. El día siguiente nos espera una segunda jornada durante la cual nos adentramos hasta llegar a la Isla Incahuasi, habitada por los incas y situada en el centro de esta inmensa superficie salina. Después de dos días en el salar y dos noches transcurridas en el hotel 4 estrellas construido completamente con ladrillos de sal, el grupo se encuentra listo para dejar Bolivia.

Para facilitar los 550 km que nos separan de San Pedro de Atacama (de los cuales 250 km de ripio), Ride True ADV coordina la salida durante el alba para permitir que el grupo afronte el ripio y las largas formalidades aduaneras previstas. Luego de una intensa mañana de off-road a través de las salinas y paredes rocosas color rojo intenso, nos despedimos de Bolivia desde la frontera de Avaroa y hacemos nuestro ingreso a Chile. Llegamos al hotel de San Pedro en óptimo horario y nos concedemos una placentera cena en el centro de esta peculiar ciudad.

El día de descanso previsto en la ciudad principal del desierto más árido del mundo coincide con el cumpleaños de Davide, que celebra con nosotros sus 40 años. Para la ocasión Ride True ADV organiza un tour a la Laguna Cejar, al Valle de la Luna y una cena en el restaurante más exclusivo de la ciudad, donde el grupo alza las copas en honor al festejado.

Dejamos el desierto de Atacama y continuamos directo hacia la costa Pacífica, haciendo una pausa en la Mano del Desierto y luego celebrando el fin del viaje con una cena de despedida con vista al Océano. A la mañana siguiente los participantes preparan sus equipajes donde también guardan innumerables emociones y experiencias vividas, atesorando cada momento y llevando consigo el recuerdo indeleble de un viaje mágico e inolvidable.

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Altiplano y Machu Picchu

Duraciòn: 16 días
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